Fotofobia o sensibilidad a la luz

mujer tapándose los ojos

La fotofobia consiste en una intolerancia a la luz. Los grados de intolerancia pueden ir desde verse afectados por luces intensas a otros más importantes donde una luz normal puede desarrollar la incomodidad. Puede ser pasajera o permanente, dependiendo de la causa que la origina.
La frecuencia de este síntoma es altísima ya que prácticamente el 100% de la población la ha padecido en algún momento, por ello es importante la visita a un profesional.

¿Qué es exactamente la fotofobia?

La fotofobia es un síntoma que se manifiesta con intolerancia a la claridad. Se trata de un síntoma que puede ser la manifestación de múltiples problemas que incluso no tienen que estar relacionados con alteraciones en el globo ocular. La molestia generada por la luz en el ojo , puede afectar incluso a ojos ciegos, ya que la vía de transmisión de este síntoma al cerebro es diferente de la que lleva la visión. De hecho las sustancias empleadas en el control del dolor y el placer a nivel cerebral, influyen la sensación de fotofobia.

¿La sensibilidad a la luz es una enfermedad?

La fotofobia es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Aquí radica la importancia de saber que hay que investigar la presencia de una alteración que la origine.
Existe más de medio centenar de patologías que se vinculan con la intolerancia a la luz, siendo las más importantes a tener en cuenta, la migraña, el ojo seco, el síndrome post-conmoción cerebral o la fibromialgia.
En ocasiones puede estar en relación con medicaciones para el tratamiento de la diabetes mellitus, la disfunción eréctil o la epilepsia.
Pero a veces la fotofobia es provocada por nuestro comportamiento, ya sea por estar siempre a oscuras, con gafas de sol, encerrados en casa o por una exposición solar excesiva.

¿Qué hago si tengo fotofobia?

Es muy importante saber qué factores influyen en desencadenar la fotofobia.

Dentro de estos factores debemos controlar:

  1. El brillo de la fuente de luz.
  2. Parpadeo e intermitencia de la luz. Los fluorescentes merecen una consideración especial, y es que el cerebro puede detectar esta fluctuaciones aunque no seamos conscientes de ello.
  3. Longitud de onda de la luz. La luz azul vuelve a ser un referente a la hora de estar implicada en estos fenómenos.
  4. Visitar a un profesional de la vista que nos asesore.

¿Cuáles son los mejores tratamientos para la fotofobia?

El mejor tratamiento para la sensibilidad a la luz , es el de la causa que la desencadena.

Pero al margen de esto, podemos tener algunas precauciones como:

  • Usa gafas de sol polarizadas o con filtros para disminuir el resplandor.
  • Toda gafa de sol debe estar protegida contra los rayos UV.
  • Protege tus ojos del sol mientras estás al aire libre.
  • Elige gafas teñidas activadas por luz para ayudar a reducir el impacto.
  • Considera que las gafas de sol envolventes también pueden evitar que la luz entre por los lados.
  • ¿Tu médico te ha diagnosticado fotofobia debido al ojo seco? Ten gotas para los ojos a mano para minimizar las molestias.
  • ¿Sufres de cataratas o inflamación? Pide las recomendaciones necesarias a tu oftalmólogo.
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