En la mayoría de las ocasiones la blefaritis tiene un curso crónico, por lo que es fundamental la limpieza adecuada del párpado, así como la continuidad en el tiempo, aunque no existan síntomas.
El no tratarla hace que evolucione y precise medicaciones más complejas y potentes.
¿Qué es la blefaritis?
La blefaritis consiste en una alteración en el borde de los párpados que, en la mayor parte de los casos, obedece a caídas que permanecen en el tiempo. En algunas ocasiones puede deberse a una causa infecciosa pasajera.
Cómo tratar la blefaritis
Habitualmente, una higiene cuidadosa y con una técnica de limpieza adecuada del borde de los párpados, es suficiente para controlar la inflamación palpebral.
Cuando la blefaritis ha avanzado en su grado de inflamación puede a su vez provocar otra inflamación de las glándulas situadas en el interior del parpado y originar un orzuelo. El tratamiento ya tendrá que llevar antinflamatorios y antibióticos de aplicación local.
Cuando se cronifica este quiste aparece un chalación, y entonces la solución ya requiere inyectar medicación en el quiste o a realizar cirugía.
Medidas preventivas para la blefaritis
En general, para prevenir la blefaritis y con ello evitar la inflamación del párpado, es suficiente con mantener una higiene adecuada de los párpados con unas toallitas específicas.
Además una dieta equilibrada rica en omega3 puede ayudar en muchos casos. Cuando exista una afección sistémica relacionada, será fundamental el control de dicha afección.